- Cosecha no intencional
excesiva de especies que no son objeto de pesca.
- Cosechas reducidas de los
peces objeto de pesca.
- Cosecha de especies
protegidas.
- Modificaciones en los
ecosistemas.
Si tomamos el caso de peces que no se pretende pescar o la
denominada pesca colateral, se estima que representa cerca de una cuarta parte
del total de la pesca mundial. La pesca colateral comprende todos los peces que
son capturados pero no se desea retener o utilizar, o que se debe descartar
debido a la regulación de su manejo. Pueden incluir especies especialmente
protegidas como mamíferos marinos, o especies en peligro de extinción, o
individuos jóvenes demasiado pequeños para comercializarlos, u otras especies
de peces sin el valor que se busca o recreativo para el pescador. Es común, que
las especies no deseadas se descarten en el mar o en la costa, cuando ya han
perdido la vida.
Varios tipos de aparejos de pesca no son selectivos y pueden
capturar pesca no deseada. Las redes verticales sostenidas por dos
embarcaciones pueden capturar peces jóvenes y mamíferos marinos como los
delfines. Los sedales largos capturan aves marinas, tortugas de mar y peces que
no se desea comercializar, junto con la pesca que se busca recoger. Las redes
verticales que capturan a los peces atrapándolos por las agallas pueden atrapar
también aves marinas, y ese tipo de redes, una vez descartadas, pueden seguir
capturando y matando animales marinos, lo que es conocido como pesca fantasma.
Las redes de arrastre son un tipo de aparejo particularmente no selectivo y
pueden realizar una pesca colateral de muchas especie diferentes. Además,
aumenta la preocupación respecto de los problemas que las redes de arrastre
pueden causar en los ecosistemas marinos.

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