jueves, 8 de agosto de 2013

                                    " Año de la inversión para el desarrollo rural y la seguridad                                       alimentaria"



  •      Integrantes:             
                                             Monsefu Colmenares, Yusara
                                             Navarro Balcazar ,Tracy
                                             Ortiz Navarro , Karen
                                             Siancas Albujar, Jhon
                                             Vera Chumacero, Luis Dayly
  •  Asignatura:         

                                             Lenguaje
  •   Profesor:              
                                           Martín Zurita Paucar

  •  Tema:                 
                                         Exceso de Pesca
                                              
  •   Facultad:                      
                                          Ingeniería de Minas

  •   Escuela:               Ingeniería Ambiental y Seguridad Industrial


  
                                                                                - 2013-




ENTREVISTA

http://www.youtube.com/watch?v=QcrwzVy0tkg&feature=youtu.be

martes, 6 de agosto de 2013

Definición Exceso de pesca

El exceso de la pesca no sólo reduce la existencia de especies, sean o no objeto de pesca, sino que también causa un fuerte impacto en el ecosistema marino. Más aún, una mala administración sumada a esta actividad le hace perder a la industria pesquera miles de millones de dólares de ingresos potenciales.
En la última década se hizo evidente que los recursos pesqueros que se creían prácticamente inagotables, han comenzado a declinar de una manera inimaginable. Durante las décadas que se desarrollaron entre los años de 1960 y 1980, la producción de las flotas de alta mar y aguas interiores aumentó significativamente, alrededor de un 6% anual en promedio. En la década de 1980, la tasa de crecimiento disminuyó y en la década de 1990, la cosecha se niveló, la curva de producción mundial de pescado se volvió horizontal al alcanzar los 100 millones de toneladas anuales, y no se ha modificado en los años posteriores.
Sin embargo, el problema continúa siendo evidente, mientras el producto de acuacultura crece, los rendimientos de las pesquerías que capturan especies no cultivadas en los océanos y aguas interiores es desparejo. Abundantes pesquerías de especies de mares profundos como el bacalao de Nueva Inglaterra y el Canadá oriental empezaron a desaparecer, las del atún gigante del océano Atlántico se redujeron a niveles que ponían en peligro su capacidad de reproducción y varias especies del salmón del océano Pacífico y Atlántico fueron colocadas en la lista de especies en peligro.


La pesca sin control se ha extendido tanto en el mundo desarrollado como en el mundo en desarrollo. Este tipo de pesca tiene efectos perjudiciales obvios en las especies que son objeto de capturas y al mismo tiempo, se afecta el ecosistema en el cual viven esas especies causando perjuicios a los pescadores y sus comunidades.

lunes, 5 de agosto de 2013

Causas de el exceso de pesca

En los últimos treinta años el consumo de pescado se ha duplicado.

Las causas son múltiples: aumento de la población mundial; economías de escala ejecutadas por la pesca industrial (economías que no tienen en consideración los costes ambientales y sociales) que permiten un más amplio acceso a este alimento; incremento del poder de adquisición en los países emergentes; un mayor atractivo nutricional del pescado. Frente a la creciente demanda y a partir de los prodigiosos progresos tecnológicos del sector, la pesca se ha transformado en una colosal industria mundial que, si bien no cuenta con más allá de algún millar de naves industriales, está en grado de modificar radicalmente el equilibrio natural de los ecosistemas marinos, privando así a la naturaleza de la capacidad de renovar los recursos propios.
Los ambientes científicos, y asimismo los políticos (incluida la Banca Mundial que, en verdad, jamás se ha distinguido por sus tomas de posición en defensa de la naturaleza), reconocen unánimemente que el capital natural de la fauna marina, incluidos los peces consumidos por el hombre, sufre asaltos intolerables.
El aumento de la potencia efectiva de la pesca no ha venido acompañado de incremento alguno en la producción mundial desde hace diez años. Por otra parte, el estancamiento, por no decir la disminución, de las capturas, enmascara una evolución de importancia capital: los peces de talla pequeña (incluidos los ejemplares no adultos) y las especies en el inicio de la cadena alimentaria –frecuentemente desechados por su escaso interés comercial- componen una parte creciente de lo pescado.
Y sin embargo, los gobiernos (sobre todo asiáticos, pero también europeos), con la ayuda de ruinosas subvenciones, siguen prestando su apoyo, hasta los límites de lo absurdo, a flotas industriales, que con frecuencia actúan sin control y cada vez más alejadas de las aguas nacionales.
Respecto de las dimensiones del planeta, hoy se hallan en función el doble de pesqueros de los que consentiría un desarrollo sostenible y armonioso del sector. Algunos de estos pesqueros son autenticas industrias en mar abierto: utilizan sonar, aviones y plataformas de satélite para localizar los bancos de peces, sobre los que se lanzan de inmediato con redes de deriva o palangres de bastantes kilómetros de longitud dotados de millares de anzuelos, y están en condiciones de tratar los pescados, congelarlos y embalarlos. Los pesqueros más grandes, que alcanzan los 170 metros de eslora, tienen una capacidad de almacenamiento en mar equivalente a varios Boeing 747. Las naves más grandes y más apartadas de la pesca sostenible son las de la ex URSS, especialmente de la Federación Rusa y de Ucrania, las que navegan bajo banderas de conveniencia como Belice o Panamá, o aun las naves piratas, sin bandera registrada, muchas de las cuales proceden de las flotas de la Federación Rusa, del Japón, de Belice, de Panamá y de Honduras.


El problema de el exceso de pesca surge del hecho de que más allá de las primeras 200 millas náuticas que trascurren a lo largo del litoral de un país (zona de exclusividad económica de ese país), el acceso a los recursos no está reglamentado. De esta forma, quien dispone de una embarcación puede ir a pescar y explotar los recursos marinos. La Convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del mar (que entró en vigor en 1994), condiciona la libertad de pesca en alta mar a la disponibilidad de los Estados a cooperar entre ellos para garantizar la conservación y una sana gestión de las reservas ícticas, pero estas disposiciones actualmente no son sino buenos propósitos.   

Consecuencias del exceso de pesca

Las consecuencias ambientales de esta actividad son muchas, entre las cuales se pueden enumerar:
  • Cosecha no intencional excesiva de especies que no son objeto de pesca.
  • Cosechas reducidas de los peces objeto de pesca.
  • Cosecha de especies protegidas.
  • Modificaciones en los ecosistemas.
Si tomamos el caso de peces que no se pretende pescar o la denominada pesca colateral, se estima que representa cerca de una cuarta parte del total de la pesca mundial. La pesca colateral comprende todos los peces que son capturados pero no se desea retener o utilizar, o que se debe descartar debido a la regulación de su manejo. Pueden incluir especies especialmente protegidas como mamíferos marinos, o especies en peligro de extinción, o individuos jóvenes demasiado pequeños para comercializarlos, u otras especies de peces sin el valor que se busca o recreativo para el pescador. Es común, que las especies no deseadas se descarten en el mar o en la costa, cuando ya han perdido la vida.
Varios tipos de aparejos de pesca no son selectivos y pueden capturar pesca no deseada. Las redes verticales sostenidas por dos embarcaciones pueden capturar peces jóvenes y mamíferos marinos como los delfines. Los sedales largos capturan aves marinas, tortugas de mar y peces que no se desea comercializar, junto con la pesca que se busca recoger. Las redes verticales que capturan a los peces atrapándolos por las agallas pueden atrapar también aves marinas, y ese tipo de redes, una vez descartadas, pueden seguir capturando y matando animales marinos, lo que es conocido como pesca fantasma. Las redes de arrastre son un tipo de aparejo particularmente no selectivo y pueden realizar una pesca colateral de muchas especie diferentes. Además, aumenta la preocupación respecto de los problemas que las redes de arrastre pueden causar en los ecosistemas marinos.

domingo, 4 de agosto de 2013

Soluciones a el exceso de pesca

Una vez realizado un análisis a uno de los principales problemas que afectan a la pesca, es necesario que se repase cuáles serían algunas de las soluciones que pueden llevar a mejorar el ejercicio de la pesca y la conservación de los ecosistemas acuáticos.
Estudios individualizados y planes de gestión
El primer paso de cara a la adecuada gestión de los cursos de agua desde el punto de vista de la pesca continental, es saber en qué estado se encuentran los distintos tramos fluviales.
Para ello es necesario que los estudios se lleven a cabo de forma individualizada, para cada río o embalse, o al menos en aquellos que presentan peores condiciones o los que se encuentran en buen estado de conservación.
Para aquellas especies que han sido objeto de sobreexplotación y se encuentran catalogadas en situación de peligro de extinción o vulnerables a la alteración de su hábitat, la Ley determina la elaboración de Planes de Recuperación o de Conservación de su hábitat.
Centros de recuperación de especies autóctonas
Una de las medidas a adoptar frente a la desaparición de especies autóctonas (o nativas, son las que se encuentran de modo natural en un ecosistema) bien por exceso de pesca, como es el caso del salmón en la cornisa cantábrica o de la trucha común en toda España, por hibridación con razas alóctonas (o introducidas, son aquellas que de manera intencionada o accidentalmente se encuentran fuera de su ámbito de distribución natural), es la creación de centros o piscifactorías de investigación en las que a partir de ejemplares salvajes, se consigan reproducir en cautividad con el fin de repoblar aquellos cursos de agua especialmente castigados.
Existe una gran controversia acerca de la conveniencia o no de realizar repoblaciones frente a la posibilidad de vedar los cursos de agua para que se produzca una regeneración natural de las poblaciones.
Por otro lado, el proteger una especie determinada sin proteger o conservar adecuadamente el hábitat en que se desarrolla no servirá de nada, puesto que tan importante o más es un aspecto como el otro
Incremento de personal y material de gestión
La solución no está en manos de un sólo sector, sino que es necesario que  los pescadores ,administración ,científicos, etc. pongan de su parte para conseguir un objetivo común, la conservación y el disfrute de los ríos.
Pero realmente, casi ninguna medida tendrá efecto si por parte de la administración no se aumentan los efectivos materiales y humanos empleados en la gestión de la pesca, no sólo de guardería.

Control de la introducción de especies alóctonas
Sería necesario que se aplicase la legislación vigente en materia de introducción de especies y razas alóctonas y que como criterio inicial se denegase cualquier introducción en tanto en cuanto no se realizase un estudio pormenorizado de los efectos de dicha introducción y se justifique adecuadamente los motivos de dicha introducción.
Periodos de veda extraordinarios
Para recuperar aquellos tramos cuyas poblaciones hayan sido mermadas o cuando los caudales bajan demasiado escasos por la sequía se suele recurrir a periodos de veda extraordinarios con el fin de permitir la recuperación natural de las mismas. Se trata de una medida impopular entre el colectivo de los pescadores pero necesaria.
Establecimiento de caudales ecológicos en ríos regulados.
En la actualidad, el término caudal ecológico no se contempla en ninguna Normativa de régimen nacional por lo que  no existe un criterio establecido a la hora de determinar el caudal ecológico de un río, lo cual con frecuencia ocasiona agravios comparativos
Disminución de los niveles de contaminación acuática
Sin duda, una de las soluciones más importantes y que más urge poner en marcha es la reducción de los niveles de contaminación de los cursos de agua. Los planes correctores de los polos químicos, junto con la obligatoriedad de instalar plantas depuradoras de aguas en aquellas empresas que produzcan vertidos contaminantes y el actual plan de depuración de aguas residuales de núcleos urbanos, son pasos importantes pero no definitivos.
Educación ambiental
Es cierto que la conservación de especies piscícolas requiere de medidas llevadas a cabo por la Administración y los titulares de los aprovechamientos, pero no es menos cierto que, en último extremo, son el colectivo de pescadores quienes van a llevar a cabo el uso del recurso y que las acciones encaminadas a conservar y a mejorar, no sirven de nada si éstos no realizan un uso racional. Es muy importante inculcar la necesidad de llevar a cabo un desarrollo sostenible de los recursos  acuícolas con el fin de mantener el equilibrio en los ecosistemas, favoreciendo su homeostasis natural (regulación y recuperación), de forma que se economice en inversiones (sueltas y repoblaciones) y se mejore la calidad de las piezas cobradas, uno de los principales intereses del colectivo pescador.
En la pesca existe una modalidad que resulta muy beneficiosa para las especies pescables y que es la denominada pesca sin muerte, que consiste en devolver a las aguas los ejemplares inmediatamente después de ser capturados.
Son estas actitudes, la devolución de los peces al agua una vez pescados o el no llevar a casa la totalidad de ellos, las que contribuyen a mejorar las poblaciones y a conservar el ecosistema.

A fin de cuentas, los pescadores son uno de los sectores más interesados en que las poblaciones de especies  piscícolas se conserven adecuadamente para poder seguir practicando su deporte.